Un emotivo hasta siempre: el Tribunal de Cuentas despidió al CPN Víctor Ignacio Villarroel
El Tribunal de Cuentas de Catamarca se vistió de fiesta y emoción el pasado jueves 31 de julio para despedir a uno de los suyos: el CPN Víctor Ignacio Villarroel, quien inició su merecida etapa de jubilación.
La Sala Exequiel Soria fue el escenario de un
encuentro lleno de afecto, donde colegas, amigos y familiares se
reunieron para celebrar la trayectoria de un hombre que, como se repitió
a lo largo del acto, dejó una "huella imborrable" en la institución.
No fue una despedida más, sino un homenaje sincero y espontáneo, gestado a partir del cariño que todos le profesan.
Durante
el evento, resonaron las palabras de quienes compartieron años de
trabajo y amistad con él. La contadora Rosa Ana Azurmendi, en
representación de sus compañeros, recordó con nostalgia sus inicios en
el Tribunal en 1982 y su posterior regreso en el año 2000. Destacó no
solo su trayectoria profesional, sino también su calidad humana y su rol
como docente en la Universidad Nacional de Catamarca. Como cierre, le
dedicó un emotivo poema y una copla, deseándole una vida llena de
felicidad en “Las Juntas”, su lugar en el mundo.
Por su parte, el Dr. Jorge Moreno, presidente
del Tribunal de Cuentas, y el CPN Sebastián Véliz, vocal, elogiaron la
rectitud y honestidad de Villarroel. Véliz destacó el trabajo en equipo y
el enriquecedor intercambio de ideas que siempre mantuvieron, mientras
que Moreno reveló una anécdota personal. Ambos coincidieron en que su
legado es invaluable y que su sabiduría será siempre un faro para la
institución.
El momento más personal llegó con el discurso
de Juan Manuel García Blanco, un familiar que describió al CPN Víctor Villarroel no
solo como un profesional intachable, sino como un "hermano de la vida".
Con calidez, compartió anécdotas de su juventud, resaltando su capacidad
para combinar la calidez humana con la rigurosidad y la rectitud.
El propio CPN Villarroel, visiblemente conmovido,
cerró el acto agradeciendo a todos por su presencia y su cariño. Citó
al escritor Gabriel García Márquez con la frase: “No llores porque
terminó, sonríe porque sucedió”, una muestra de su visión optimista y
agradecida.
Además, aprovechó para dejar un
mensaje a los empleados más jóvenes del Tribunal, instándolos a
aprovechar el nuevo edificio y a trabajar por una visión unificada y
colaborativa de la institución.
El acto finalizó con un fuerte aplauso,
sellando un capítulo importante en la vida del Tribunal de Cuentas y
abriendo una nueva y esperada etapa para el CPN Víctor Ignacio
Villarroel.
¡Le deseamos lo mejor en este nuevo camino!